Como aliviar el dolor de pies al caminar

De todos es sabido que caminar es uno de los mejores ejercicios para la salud. Una caminata a buen ritmo durante, al menos, una hora al día, pone en marcha a nuestro organismo, fortalece el corazón, aumenta la capacidad pulmonar, disminuye el colesterol y la presión arterial, y, por si fuera poco, nos ayuda a mantener la línea. Entonces, te preguntarás, si tan positivo es caminar, ¿por qué tantas personas evitan hacerlo? Las excusas más habituales es la falta de tiempo, la creencia en que las labores domésticas son suficientes para ejercitarse o, y esta es tal vez la más común, el temor al dolor de pies al caminar.



Y es cierto, caminar puede hacer que termines con los pies cansados y doloridos; sin embargo, este problema proviene muchas veces por nuestros errores al caminar y no por el ejercicio en sí mismo. Hay que caminar, sí, pero hay que caminar bien. Y no es tan complicado, como verás a continuación.

Cómo caminar mucho sin que te duelan tanto los pies

Cuando practicamos cualquier deporte es necesario llevar la equipación más adecuada. Es cierto que caminar es uno de los ejercicios más sencillos y que solemos pensar que solo se necesita poner un pie delante del otro y avanzar. Bueno, en cierta manera es así, pero también hace falta llevar bien protegidos nuestros pies y realizar los descansos oportunos para dosificar nuestras fuerzas y dar un respiro a nuestras extremidades.

Puedes disfrutar de los beneficios de caminar a diario y reducir al máximo el temido dolor de pies al caminar siguiendo estos 3 sencillos consejos:

Escoge un buen calzado

Del mismo modo que no se puede pedalear bien con una mala bicicleta o jugar al tenis como un campeón con una raqueta de plomo (ni Rafa Nadal podría), es muy complicado que puedas caminar sin dolor si llevas un calzado inadecuado.

Las zapatillas deportivas son el mejor calzado para caminar, incluso se podría decir que es el único adecuado. Pero no todas las zapatillas son iguales. Infórmate bien de cuáles son mejores para caminar, ya que las hay más específicas para correr o para practicar otros deportes.

Usa los calcetines apropiados

El cuidado de los pies no termina con el calzado. Muchas veces olvidamos la importancia de los calcetines para evitar roces y una sudoración excesiva (las típicas y dolorosas ampollas son, muchas veces, consecuencia de un exceso de sudor en los pies).

Utiliza calcetines deportivos que sean específicos para caminar, que transpiren, de buena calidad y evitando que sean demasiado finos o excesivamente gruesos.

Haz pequeños descansos durante las caminatas

Si vas a caminar entre 45 minutos y una hora, el mínimo diario recomendado para que el ejercicio repercuta positivamente en nuestra salud, no es necesario que te plantees ningún tipo de parada. Puedes hacer tu recorrido del tirón sin problemas. Otra cosa es que te plantees unos recorridos más largos haciendo rutas senderistas o trekking. En ese caso es recomendable que te tomes unos descansos de alrededor de un cuarto de hora cada hora y media o dos horas.

Aprovecha los descansos para descalzarte y quitarte los calcetines. Esto permitirá que tus pies “respiren" y reducirás notablemente el riesgo de que te salgan ampollas.

Cómo aliviar el dolor de pies por andar mucho

Siguiendo los consejos anteriores tus pies se resentirán menos al caminar, de eso no cabe duda, pero tampoco te aseguran que después de una larga caminata puedas sufrir dolor. Hay rutas muy largas, de decenas de kilómetros, y también días muy ajetreados que te obligan a darle a la suela durante muchas horas. El resultado es que llegas a casa agotada y con los pies hechos polvo.

Para estas situaciones existen numerosos tratamientos que sirven para aliviar tus pies en muy poquito tiempo. Veamos algunos de ellos.

Baños de pies con agua tibia

Introducir los pies en agua tibia con sal marina es uno de los grandes remedios para el dolor de pies desde tiempos inmemoriales. La relajación y el alivio del dolor son instantáneos, además de aportar otros beneficios como la activación de la circulación sanguínea, suavizar las callosidades y durezas, proteger las uñas y neutralizar el posible mal olor provocado por un exceso de sudoración.

Será suficiente con que mantengas los pies sumergidos en el agua durante una media hora, aplicándote después, una vez que los hayas secado, una crema o aceite hidratante.

Hidratar los pies

Como te hemos indicado, después de introducir los pies en agua tibia, o después de una buena ducha tras una larga caminata, es recomendable la hidratación de los pies con una crema natural. Pero, ¿cómo hidratar los pies?

Como es lógico, algunas cremas son más específicas para el dolor de pies que otras. Nuestra recomendación es la Alpenkrauter FusBalsam con castaño de indias y árnica montana, ideal para que te la apliques antes de acostarte en pies y piernas. Sin duda, uno de los relajantes naturales más potentes para tus extremidades.

Masajes en los pies con aceite

Cuando sientes tus pies cansados y doloridos lo primero que se te pasa por la mente es “¡lo que daría por un buen masaje!". Pues es algo que tienes a tu alcance y que puedes hacer en tu casa. Un automasaje en los pies es uno de los grandes placeres de la vida (bueno, si tienes a alguien que te lo haga, también se agradece), pero es necesario hacerlo con fundamento.

El uso de aceites corporales naturales para los masajes en los pies potencian el efecto de estos, relajando los músculos y las articulaciones. Nuestra recomendación es el aceite Kräuteröl 110, compuesto por una selecta combinación de extractos de hierbas y aceites esenciales que sirven para aliviar tanto el dolor de tus pies como el de todo tu cuerpo.

Poner los pies en alto

Colocar los pies en alto para aliviar el dolor de pies tras una caminata tiene como objetivo reactivar la circulación sanguínea, lo que redunda en una mayor relajación y sensación de frescor.

Te bastará con elevar los pies durante unos 20 minutos, procurando colocar un cojín bajo las lumbares para evitar molestias en la espalda. Mantén los pies pegados a la pared en posición vertical mientras mantienes tus brazos relajados y extendidos. Sentirás como se alivian las tensiones de todo tu cuerpo.

Estiramientos de pies

Los estiramientos son fundamentales tanto antes como después de realizar ejercicio. Sin embargo, solemos centrarnos en la espalda, brazos y piernas, y tendemos a olvidarnos de nuestros pies. Gran error.

Los estiramientos de pies aumentan su fuerza, su resistencia y su flexibilidad. Realízalos antes y, especialmente, después de una larga caminata, o en cualquier momento en que los sientas doloridos.

En resumen, un calzado adecuado, unos calcetines que transpiren bien y tomarte los descansos oportunos durante una caminata reducirá notablemente tu dolor de pies, pero probablemente no lo eliminará por completo. Para aliviarlo, tienes que seguir los consejos que te hemos dado utilizando productos naturales específicos para este tipo de molestias. Y, no lo olvides, andar es el mejor camino hacia la salud.


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